Muebles para uso público
La primera condición para que un ciudadano del Distrito Federal pueda poner muebles en la banqueta frente a su propiedad es que se trate de un comercio en planta baja que venda comida preparada y bebidas (restaurantes, bares, cafeterías…). Si ese es el caso, se puede tramitar un permiso para la colocación de enseres en la vía pública, siempre y cuando no sean fijos. El gobierno de la ciudad cobra una renta anual por el área que ocupan los muebles, y el costo por metro cuadrado –que es casi tan alto como el precio de renta de un local comercial– depende del valor catastral de la zona donde está ubicado.
Al pagar por el permiso, los comercios efectivamente adquieren derechos sobre el espacio público. El resultado de esto es que el dueño busca maximizar el área productiva de su negocio para recuperar su inversión, y un espacio privado en el que uno sólo puede estar si consume se extiende hasta la banqueta. Algo que parecería beneficiar a la ciudad, que podría usar el dinero que los comercios pagan para mejorar las calles, resulta más bien en la privatización de las banquetas, seguramente con un impacto negativo mayor a lo que puede hacer la ciudad con los ingresos de este tipo de permisos.
¿Qué pasaría si en vez que los comercios pagaran renta y se apropiaran de la banqueta, cualquier persona pudiera donar muebles para uso público en un esquema de coinversión con el gobierno de la ciudad?
Muebles para uso público fue un experimento hecho por APRDELESP y José Esparza Chong Cuy para repensar el uso de las banquetas de la Ciudad de México a través de un programa público-privado donde cualquier persona podía adquirir y ubicar plantas y muebles de concreto gris en sus banquetas para poner a prueba el potencial que tiene la banqueta como lugar para reunirse, descansar, trabajar, comer, etcétera.
Los primeros prototipos se hicieron en la banqueta frente al número 55 de la calle James Sullivan en la colonia San Rafael de la Ciudad de México (2013-2016), en la banqueta frente a la Border Warehouse de la Bienal de Urbanismo y Arquitectura de Shenzhen 2013 (diciembre 2013 – marzo 2014) y en la banqueta frente a MUEBLES SULLIVAN, en la esquina de las calles James Sullivan y Miguel E. Schultz en la colonia San Rafael de la Ciudad de México (2013-2016).
A partir del año 2016 se colocaron algunos muebles y plantas de los primeros prototipos de Muebles Para Uso Público sobre la banqueta frente al Castillo de Chapultepec.
